Hay un desarrollo en el jugador de fútbol, un chico que empieza desde los 6 años con distintos ejercicios técnicos, va avanzando hasta llegar a ejercicios cada vez más complejos, aprendiendo a pegarle con la pierna derecha y con la pierna izquierda, a cabecear, a esquivar rivales, a parar el balón de cualquier forma, saber dominarla, para así ir aumentando la cantidad y calidad de trabajo técnico, que cada día son más indispensables para un jugador.A partir de los 12 años, ya se le asigna a los jóvenes, en los distintos lugares del campo en los que pueden jugar, el Director Técnico tiene que saber acomodar a los niños en las zonas donde mejor se desempeñan según su técnica, pero siempre hay que ir rotándolos para que conozcan y se acostumbren desde niños a jugar en distintas posiciones.Así como es toda esta evolución futbolística, también debe ser su formación intelectual y personal, en un comienzo la primaria, después el bachillerato, por último una carrera universitaria, lo mismo en la parte espiritual, debe ir evolucionando y ser cada vez mejor persona.
Según la edad, es el trato con los jóvenes. Si tienen 6-8 años, algunos niños cuando están jugando, se sientan, miran para otro lado, se distraen, esto es normal, pero hay que dejarlos y que participen del juego cuando quieran. Luego a partir de los 10 años, se les va enseñando táctica, pero no en una forma profunda, lo que si no hay que descuidar es la técnica, en la que el niño debe superarse día a día.Tiene que existir un proceso evolutivo en el sentido táctico, hasta encontrar su mejor posición dentro del campo, para ello se les hace jugar en varios lugares, haciendo la salvedad de que el Director Técnico, es quien finalmente define su ubicación dentro de la cancha.En el transcurso de los años, también hay que enseñarles a los padres, que deben hacer y que no, es malo para el Director Técnico y le hace daño al niño, que el padre sea quien le de indicaciones, en un partido, esto se ve cuando finaliza el primer tiempo de un juego, que cada padre le da indicaciones a su hijo, el Director Técnico no debe permitir esto, para evitar dichas situaciones hay que educar a los padres, enseñarles que sólo deben acompañar al niño y después si pueden hablar con los responsables de su educación, tanto en el fútbol, como en el colegio.Es decir que el niño saldrá formado, no por una persona, sino por un grupo, que debe trabajar en equipo para formar no solamente un jugador de fútbol, sino una buena persona para el futuro. Todo es la unión de diferentes instrumentos para hacer de un niño una persona con valores sociales que lo distingan como un ser humano de bien, que le pude aportar a la sociedad, además que tiene una alternativa para cuando el fútbol no sea más su profesión.
Según la edad, es el trato con los jóvenes. Si tienen 6-8 años, algunos niños cuando están jugando, se sientan, miran para otro lado, se distraen, esto es normal, pero hay que dejarlos y que participen del juego cuando quieran. Luego a partir de los 10 años, se les va enseñando táctica, pero no en una forma profunda, lo que si no hay que descuidar es la técnica, en la que el niño debe superarse día a día.Tiene que existir un proceso evolutivo en el sentido táctico, hasta encontrar su mejor posición dentro del campo, para ello se les hace jugar en varios lugares, haciendo la salvedad de que el Director Técnico, es quien finalmente define su ubicación dentro de la cancha.En el transcurso de los años, también hay que enseñarles a los padres, que deben hacer y que no, es malo para el Director Técnico y le hace daño al niño, que el padre sea quien le de indicaciones, en un partido, esto se ve cuando finaliza el primer tiempo de un juego, que cada padre le da indicaciones a su hijo, el Director Técnico no debe permitir esto, para evitar dichas situaciones hay que educar a los padres, enseñarles que sólo deben acompañar al niño y después si pueden hablar con los responsables de su educación, tanto en el fútbol, como en el colegio.Es decir que el niño saldrá formado, no por una persona, sino por un grupo, que debe trabajar en equipo para formar no solamente un jugador de fútbol, sino una buena persona para el futuro. Todo es la unión de diferentes instrumentos para hacer de un niño una persona con valores sociales que lo distingan como un ser humano de bien, que le pude aportar a la sociedad, además que tiene una alternativa para cuando el fútbol no sea más su profesión.
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